viernes, 23 de marzo de 2007

VOCACIÓN RELIGIOSA


¿Qué es la vocación?

Nuestra plenitud y felicidad depende de cuánto busquemos llevar a cabo
el plan de Dios en nuestra vida


Vocación significa "llamado", del latín vocare -que quiere decir llamar-
y se refiere a que cuando Dios te creó, también te pensó y te llamó a un estado y
condición de vida específicos, a un estilo de vida concreto.



Qué es la vocación? 2



Una joven pregunta:
Padre, desde hace tiempo siento que Dios está tocando las puertas de mi corazón.
Es cómo si me estuviera llamando a estar con Él y ayudarle.
¿Es la vocación una llamada como la que yo siento?
La vocación es un misterio de amor de Dios que llama, por amor,
a un hombre que debe responder por amor.
La vocación es el llamado que Dios hace a una determinada persona a seguirle.
Este llamado es una predilección amorosa de Dios pues elige a unos cuantos
a ayudarle de manera especial en la misión de extender su mensaje
hasta el último confín del mundo.
Por lo tanto, te invitaría a dejar a Dios hablar en tu corazón
y que le digas que estás dispuesto a darle lo que Él te pida...
pero acércate más a los sacramentos, sobre todo de la Eucaristía y la confesión,
para qua que la voz del Señor se haga más clara y descubras qué es lo que Él te propone.
¡Ánimo! No te arrepentirás nunca de abrir tu corazón a Cristo.


Olvídate de ti mismo

Significa vivir el evangelio del servicio, el evangelio del siervo,
cuyo mejor salario es simple y sencillamente servir.

Etapas del proceso vocacional


Lo que se necesita es el deseo firme e irrevocable de seguir la voluntad de Dios,
sea cual sea

Las distintas vocaciones



No hay nada más bello que el poder decirle sí a Dios
Aunque no podemos saber el plan completo de Dios para nuestras vidas,
lo iremos descubriendo día con día,
sí podemos descubrir y buscar el estilo de vida que Dios quiere que vivamos.A estos estilos de vida les llamamos vocaciones y cada vocación esta basada en el amor,
del cual Dios es el principal protagonista.

b) Vocación a la consagración de la vida a Dios.
Esta vocación, que también es una llamada concreta a realizarnos en el amor,
tiene una grandeza muy especial: en vez de entregar todo lo que somos a una familia en especial,
lo haremos a toda la gente que nos rodea, a todo el mundo;
viviremos para ayudar a todos a ser felices y así ser plenamente feliz.
Implica tener un corazón y una capacidad de amar enorme,
así como lograr una plenitud y una recompensa en el Cielo también, enorme.

5. Pasos para saber si hay vocación.
Un sacerdote, acostumbrado a descubrir vocaciones sacerdotales y religiosas,
recomienda las siguientes cinco claves para resolver el "misterioso llamado" de Dios:
1. Inteligencia sana, compatible con una fe vigorosa.
2. Salud física y mental.
3. Don de gentes (tener una natural simpatía y gusto por ser sociable).
4. Gusto por las cosas de Dios (querer colaborar con las "cosas del Padre")
5. La más importante: Ser llamado por Dios.
Y esto sólo se sabe de cara (y de rodillas) al Sagrario.Cuando una persona decide responder al llamado que Dios le está haciendo
de consagrar su vida como religiosa, sacerdote, siempre existirán las grandes
"voces de la experiencia", que tratan de convencerla de "no desperdiciar su vida".Debemos estar muy atentos y analizar siempre qué es realmente vivir.
Y vivir es llegar a ser pleno, ser el más feliz, ayudar a los demás
en todo lo que se pueda, tomar decisiones trascendentes
y seguirlas con la firmeza de una roca, ser el guía de los demás,
ser el mejor amigo de Dios, tenerlo todo.
Ante una visión de estas, cualquier argumento caerá por tierra.Algo que no debes olvidar
• Es convertirse en "otro Cristo".
• Para eso es necesario que Dios conceda la gracia
y llame a la vida consagrada.
• Es una vocación concreta. Dios llama con nombre y apellido a alguien,
en algún momento de su vida, para que le respondamos en algún momento determinado.
• No es una vocación para gente extraña.
Todo lo contrario, es para los más amados y cercanos a Nuestro Señor.
• No es una vocación rara de encontrar:
estamos ya tan llenos de ruido, de pasiones, de distracciones,
que no nos damos chance para escuchar en nuestro interior.
• Se necesita una capacidad inmensa de amar y un corazón
donde quepa toda la humanidad
• Pareciera que aceptar la vocación duele, porque se va a perder "lo mejor de la vida".
Pero la vida es toda de Dios.

Catholic.net

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