viernes, 15 de junio de 2012

Sagrado Corazón de Jesús

 


NOVENA DE CONFIANZA
AL SAGRADO CORAZÓN

Oh Señor Jesús, a tu Sagrado Corazón yo confío esta intención... Solo mírame, entonces haz conmigo lo que tu Corazón indique. Deja que tu Sagrado Corazón decida...Yo confío en ti... Me abandono en tu Misericordia, Señor Jesús! Ella no me fallará. Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío. Sagrado Corazón de Jesús, creo en tu amor por mí. Sagrado Corazón de Jesús, que venga tu Reino.

sábado, 9 de junio de 2012

Corpus Christi

ALABADO SEA EL SANTÍSIMO

SACRAMENTO DEL ALTAR


Adoración Eucarística de
Juan Pablo II
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y "ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro, el principio y el fin de todo.
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus palabras: "Quedaos aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio de amigo y con una presencia de donación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre.
Juan Pablo II
ADORACIÓN, HONOR Y ALABANZA A LA SANTÍSIMA TRINIDAD EN EL SACRAMENTO DEL AMOR.


sábado, 2 de junio de 2012

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

JORNADA PRO ORANTIBUS

En este Domingo la Iglesia celebra la fiesta de la Santísima Trinidad, misterio
 central de nuestra fe en el que se fundamenta toda la vida cristiana. El Misterio
 de Dios se hace cercano en el testimonio de cuántos le buscan no anteponiendo
nada al amor de Cristo. 

Un silencio elocuente 
Los contemplativos, lenguaje de Dios 
Dios nos dirige su Palabra y Dios nos dirige también su Silencio. Puede parecer
una frase hecha, pero ¡cuántas veces Él nos dice tantas cosas... callándolas!
Siempre he visto en María la mujer creyente que ha sabido guardar en su corazón
lo que Dios hablaba y lo que silenciaba. En uno y otro caso, tener el corazón
siempre limpio y disponible para que el Señor nos diga como quiera lo que nos
quiere contar.

Hay una vocación en la Iglesia que mira precisamente por estricta llamada de
Dios a esa doble modalidad de comunicación del Señor con sus hijos: los llamados
a una vocación contemplativa que hacen precisamente del silencio y la soledad
su forma particular de seguimiento de Cristo.
La Palabra de Dios que escuchan los contemplativos. Es la que nos testimonian desde su silencio tan lleno de susurro divino, que se hace elocuente para quien quiera escuchar. Han sido llamados a guardar en el corazón lo que Dios nos dice y lo que nos calla.
Jesús Sanz Montes, ofm - Obispo

AL ESPÍRITU SANTO POR LAS VOCACIONES

¡Espíritu Santo! Jesús invita a los hombres a seguirle. A uno invita a dejar las redes de pesca, a otro el campo, a un tercero la mesa de recaudaciones; a todos llama personalmente. Él pronuncia las palabras de invitación: “Ven, sígueme” (Mt 4,19). Y ellos siguen la llamada y aceptan sus exigencias.

¡Espíritu Santo! Tú despiertas las vocaciones religiosas. Tú suscitas el anhelo del perfecto seguimiento de Jesús en los corazones de los jóvenes.

Tú confieres a cada uno tus dones según tu beneplácito, y nadie llega al sacerdocio o al estado religioso sin tu moción, sin tu impulso amoroso y si tu guía.

Para que la Iglesia de hoy tenga vocaciones, es necesaria tu acción. Por eso te pedimos hagas germinar la gracia de la vocación en el corazón de muchas personas. Dales valor para seguir con generosidad el llamado y vivir con alegría su vocación.

Consérvales el primer amor a Cristo, para que perseveren fieles y lleven mucho fruto, como los sarmientos que permanecen unidos a la vid. “Enciende en nosotros la luz de la gracia, derrama amor en el corazón vacío, y robustece siempre con tu
fuerza la debilidad de nuestro cuerpo”. Amén.
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Demos gracias al Señor por las comunidades de clausura, y los distintos tipos
modos de vida contemplativa; ellos tienen la misión de mantener viva en la
Iglesia la ardiente espera de la vuelta de Cristo.