domingo, 30 de diciembre de 2012

FELIZ NOCHE VIEJA Y AÑO NUEVO 2013


Oración de Nochevieja y entrada de Año Nuevo

Señor, ha pasado un año, con su cortejo de actividades, de trabajos, de idas y venidas. Te lo ofrecemos tal como lo hemos vivido y como Tú lo has visto. Míralo con amor y archívalo en los pliegues de tu misericordia.

Te damos gracias, Señor, por los beneficios que hemos recibido a lo largo de este año. Gracias por las noches tranquilas y por las horas inquietas. Gracias por la salud y la enfermedad. Gracias por la sonrisa amable y por la mano amiga…

Queremos confiarte ahora nuestros deseos de gozo y de paz para el año nuevo que va a comenzar. Señor, bendícenos y concédenos caminar por sendas de paz y de justicia.

También queremos pedirte, Señor, por todos los que han muerto y han ido a tu encuentro en este año que termina, por los que se sienten solos y vacíos en medio del ruido y de las luces de esta Nochevieja, por los enfermos y moribundos, y por todos los que sufren en su cuerpo o en su espíritu…

Haz que todos seamos iluminados con tu Verdad y fortalecidos con tu Vida, y que sepamos descubrir, en lo efímero del tiempo, la esperanza gozosa de tu Eternidad.

Amén.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Solemnidad de la Natividad del Señor


¡Venid… adoremos!..

El Padre de las misericordias envió a su Hijo Jesús, que se encarnó en el seno de María y plantó su tienda entre nosotros (Jn 1,14), vistiéndose de nuestra humanidad frágil y menesterosa. Cristo, «siendo rico..., quiso elegir la pobreza en el mundo con la beatísima Virgen, su madre» (Así, con su humildad y pequeñez, ofrece a todos la posibilidad de acercarse a él y de acogerlo.

La tienda que Dios ha plantado, en Cristo, entre nosotros es la tienda de la comunión y de la alianza. A Dios no le gustan las distancias. El Hijo, anhelando buscar al hombre, deja al Padre, se hace uno de nosotros y nos hace «ciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios». Para ello «se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo... hasta someterse incluso a la muerte». El camino que conduce al encuentro con el otro, el camino de la fraternidad, necesita recorrer esas mismas etapas: para ser fiesta del abrazo y de la unidad, es menester que antes sea kénosis, vaciamiento de uno mismo; para ser relación creativa y generadora de vida, ha de pasar antes por la muerte al egoísmo.

Dios viene a nosotros y quiere permanecer entre nosotros. Se hace pan eucarístico para que lo comamos y nos transformemos en Él. Pan de comunión que proviene de la "fracción", del "hacerse a trozos" por nosotros. Y que se renueva diariamente, porque la fraternidad es tarea de cada día.

El deseo de Dios de estar con todos los hombres se realizó de manera ejemplar en María, tienda de la alianza y de la acogida, que dio al Verbo la carne de la humanidad. Francisco exclama con admiración: «Salve, Señora... santa Madre de Dios.

El misterio de la Navidad conlleva el acoger y ofrecer morada al Dios que viene y que quiere ser esperado y recibido por un corazón puro, libre y pobre, enteramente vuelto a Él. Así es como nos dejamos transformar y "divinizar". "Dios se hizo hombre para que el hombre se vuelva semejante a Dios». Esta semejanza con Dios es misión, profecía y compromiso para hacer más humano el mundo en que vivimos.

¡Que el Espíritu Santo caldee nuestros corazones y los transforme en epifanía de la bondad de Dios, nuestro Salvador, y de su amor a todos los hombres!

Ministro General OFM

 

Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

 

Os ha nacido el Salvador...hoy abre tu corazón y recíbele con amor, para que permanezca en ti las bendiciones, la felicidad, la paz y el amor.

 

¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!


viernes, 14 de diciembre de 2012

EL SEÑOR VIENE

 
Durante este tiempo de Adviento vamos a esperar al Señor que viene, que está viniendo todos los días en la Palabra, en la Eucaristía, en los hermanos.
 
 
 

 
Llega el Amor, y puedo cerrarle la puerta. Llega mi Dios, y puedo negarle la entrada en mi corazón. Pues del Amor se trata y de mi Dios se habla cuando Jesús el Señor viene.

Pedimos para que llegue el día en que todos los hombres y mujeres del mundo entero puedan vivir en paz, esperanza, confiados ante el futuro.

Año de la Fe
 


jueves, 6 de diciembre de 2012

INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

8 de diciemmbre
Año de la Fe
 
Historia.

El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX, promulgó un documento llamado "Ineffabilis Deus" en el que estableció que el alma de María, en el momento en que fue creada e infundida, estaba adornada con la gracia santificante.

Desde entonces, esta es de las verdades que los católicos creemos, aunque a veces, no entendamos. Es lo que se llama Dogma o artículo de fe.

La Virgen María fue "dotada por Dios con dones a la medida de su misión tan importante" (Lumen Gentium). El ángel Gabriel pudo saludar a María como "llena de gracia" porque ella estaba totalmente llena de la Gracia de Dios.

Dios la bendijo con toda clase de bendiciones espirituales, más que a ninguna otra persona creada. Ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo". (LG, n. 53)

La devoción a la Inmaculada Concepción es uno de los aspectos más difundidos de la devoción mariana. Tanto en Europa como en América se adoptó a la Inmaculada Concepción como patrona de muchos lugares.

María tiene un lugar muy especial dentro de la Iglesia por ser la Madre de Jesús. Sólo a Ella Dios le concedió el privilegio de haber sido preservada del pecado original, como un regalo especial para la mujer que sería la Madre de Jesús y madre Nuestra.

Con esto, hay que entender que Dios nos regala también a cada uno de nosotros las gracias necesarias y suficientes para cumplir con la misión que nos ha encomendado y así seguir el camino al Cielo, fieles a su Iglesia Católica.

Podemos aprender que es muy importante para nosotros recibir el Bautismo, que sí nacimos con la mancha del pecado original. Al bautizarnos, recibimos la gracia santificante que borra de nuestra alma el pecado original. Además, nos hacemos hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Al recibir este sacramento, podemos recibir los demás.

Para conservar limpia de pecado nuestra alma podemos acudir al Sacramento de la Confesión y de la Eucaristía, donde encontramos a Dios vivo.

Hay quienes dicen que María fue una mujer como cualquier otra y niegan su Inmaculada Concepción. Dicen que esto no pudo haber sido posible, que todos nacimos con pecado original. En el Catecismo de la Iglesia Católica podemos leer acerca de la Inmaculada Concepción de María en los números 490 al 493.

El alma de María fue preservada de toda mancha del pecado original, desde el momento de su concepción.

María siempre estuvo llena de Dios para poder cumplir con la misión que Dios tenía para Ella.

Con el Sacramento del Bautismo se nos borra el pecado original.

Dios regala a cada uno de nosotros las gracias necesarias y suficientes, para que podamos cumplir con la misión que nos ha encomendado.
Súplicas a María
1. María, modelo de fe, Tú que creíste en la palabra del Ángel, y Dios obró maravillas en Ti, aumenta en nosotros la fe, sin la cual no podemos agradar a Dios, ni salvarnos.
2. María, modelo de esperanza, Tú que esperabas la venida del Redentor, y el cumplimiento de todas las promesas mesiánicas, aumenta en nosotros la esperanza.
3. María, modelo de caridad, Tú que amabas a Dios como ninguna otra criatura le ha amado, y nos amas con amor maternal, aumenta en nosotros la caridad de que tanto necesitamos.
Ruega por nosotros.

sábado, 1 de diciembre de 2012

TIEMPO DE ADVIENTO

 
Son cuatro maravillosas semanas donde nos preparamos para celebrar la esperada Navidad, el nacimiento del Mesías y para que preparemos nuestro camino a la salvación.
 
 
 

 
El Adviento es el tiempo de la presencia y de la espera de lo eterno. Precisamente por esta razón es, de modo particular, el tiempo de la alegría, de una alegría interiorizada, que ningún sufrimiento puede borrar. La alegría por el hecho de que Dios se ha hecho niño. Esta alegría, invisiblemente presente en nosotros, nos anima a caminar confiados. Modelo y sostén de este íntimo gozo es la Virgen María, por medio de la cual nos ha sido dado el Niño Jesús. Que Ella, fiel discípula de su Hijo, nos obtenga la gracia de vivir este tiempo litúrgico vigilantes y diligentes en la espera. Amén. 
 Benedicto XVI