miércoles, 29 de noviembre de 2017

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN 8 de diciembre 2017


Inmaculada Concepción de la Virgen María y el sentido de su fiesta.
 “La Inmaculada Concepción significa que María es la primera salvada de la infinita misericordia del Padre, tal primicia de la salvación que Dios quiere donar a cada hombre y mujer, en Cristo. Por esto la Inmaculada se ha convertido en icono sublime de la misericordia divina que ha vencido el pecado. Y nosotros, hoy, queremos mirar a este icono con amor confiado y contemplarla en todo su esplendor, imitándola en la fe”.
“En la concepción inmaculada de María estamos invitados a reconocer la aurora del mundo nuevo, transformado por la obra salvadora del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. La aurora de la nueva creación actuada por la divina misericordia
 “Por esto la Virgen María, nunca contagiada por el pecado está siempre llena de Dios, es madre de una humanidad nueva”.
Esta fiesta implica dos cosas: “acoger plenamente Dios y su gracia misericordiosa en nuestra vida; transformarse a su vez en artífices de misericordia a través de un auténtico camino evangélico”.
Porque “la fiesta de la Inmaculada se transforma en la fiesta de todos nosotros sí, con nuestros ‘síes’ cotidianos, conseguimos vencer nuestro egoísmo y hacer más feliz la vida de nuestros hermanos, a donarles esperanza, secando aquellas lágrimas y donando un poco de alegría”.
Por tanto, “a imitación de María, estamos llamados a transformarnos en portadores de Cristo y testigos de su amor, mirando en primer lugar a aquellos que son privilegiados a los ojos de Jesús”.
“Mientras vivía en el mundo marcado por el pecado, no fue tocada: es nuestra hermana en el sufrimiento, pero no en el mal y el pecado”. “Más bien, el mal en ella ha sido batido antes aún de tocarla, porque Dios la ha llenado de gracia”.
Que la Virgen “nos ayude a redescubrir siempre más la misericordia divina como distintivo del cristiano” ya que “esa es la palabra-síntesis del Evangelio”. “Es el tramo fundamental del rostro de Cristo: aquel rostro que nosotros reconocemos en los diversos aspectos de su existencia: cuando va al encuentro de todos, cuando sana a los enfermos, cuando se sienta en la mesa con los pecadores, y sobre todo cuando, clavado sobre la cruz, perdona; allí nosotros vemos el rostro de la misericordia divina”.

Papa Francisco

No hay comentarios: