sábado, 22 de diciembre de 2007

25 de diciembre de 2007


"Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz
a los hombres que ama el Señor".

jueves, 20 de diciembre de 2007

FELIZ NAVIDAD

El Papa propone redescubrir la Navidad para no perder su sentido
Si no se reconoce que Dios se hizo hombre, ¿qué significado tiene?; pregunta
CIUDAD DEL VATICANO, martes, 18 diciembre 2007 (ZENIT.org).-
Benedicto XVI ha propuesto redescubrir el sentido de la Navidad, Dios que se hace Niño, pues de lo contrario esta fiesta pierde su sentido.
«Que la Navidad sea para todos la fiesta de la paz y de la alegría: alegría por el nacimiento del Salvador, Príncipe de la paz», deseó al concluir la última audiencia general del año 2007.
Según explicó el Santo Padre a los miles de peregrinos congregados en el Aula Pablo VI, «en Belén se manifestó al mundo la Luz que ilumina nuestra vida; se nos reveló el Camino que nos lleva a la plenitud de nuestra humanidad».
«Si no se reconoce que Dios se hizo hombre, ¿qué sentido tiene celebrar la Navidad?
La celebración se vacía», reconoció.
«Ante todo --subrayó--, nosotros, los cristianos, tenemos que reafirmar con convicción profunda y sentida la verdad de la Navidad de Cristo para testimoniar ante todo la conciencia de un don gratuito que es riqueza no sólo para nosotros, sino para todos».
Al acercarse la Navidad, el Papa pidió rezar «para que se realicen las esperanzas de paz, de salvación, de justicia, de las que el mundo tiene necesidad urgente».
«Pidamos a Dios que la violencia se venza con la fuerza del amor, que los malos entendidos cedan el paso a la reconciliación, que la prepotencia se transforme en deseo de perdón, de justicia y de paz», exhortó.
El Papa deseó que «el augurio de bondad y de amor que nos intercambiamos en estos días llegue a todos los ambientes de nuestra vida cotidiana».
«Que la paz more en las familias y puedan pasar la Navidad unidas ante el Nacimiento y el árbol adornado iluminado», siguió deseando.
«Que el mensaje de solidaridad y de acogida que procede de la Navidad contribuya a crear una profunda sensibilidad hacia las antiguas y nuevas formas de pobreza, hacia el bien común, en el que todos estamos llamados a participar», añadió.
«Que todos los miembros de la comunidad familiar, en especial los niños y los ancianos, las personas más débiles, puedan sentir el calor de esta fiesta, y que se dilate después durante todos los días del año», añadió.
El anuncio de este mensaje, concluyó, es la esencia de la evangelización, que ha sido presentada por la «Nota doctrina sobre algunos aspectos de la Evangelización», recién publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El obispo de Roma la quiso presentar como motivo de «profundización personal y comunitaria».
Según una nota de la Prefectura de la Casa Pontificia, en las 44 audiencias generales que ha celebrado Benedicto XVI en 2007 han participado 624.100 personas.

domingo, 2 de diciembre de 2007

DÍA 8 DE DICIEMBRE DE 2007

CONCEPCIÓN INMACULADA
Fiesta de intensa alegría




“LLENA DE GRACIA”

EL NOMBRE MÁS BELLO

María, Virgen Inmaculada: Te saludamos
y te invocamos
con las palabras del ángel:

“Llena de gracia”, el nombre más bello
con el que el mismo Dios te llamó desde la eternidad.

“Llena de gracia” eres tú, María,
Llena del amor divino desde el primer instante
de tu existencia,
Providencialmente destinada a ser la
Madre del Redentor
e íntimamente asociada a Él
en el misterio de la salvación.

En tu Inmaculada Concepción resplandece
la vocación de los discípulos de Cristo,
llamados a convertirse con su gracia en
santos e inmaculados por el amor.

En Ti brilla la dignidad de todo ser humano,
que siempre es precioso a los ojos del Creador.
Quien te dirige la mirada, Madre totalmente santa,
no pierde la serenidad, por más duras
que sean las pruebas de la vida.

Si bien la experiencia del pecado es triste,
pues ensucia la dignidad de los hijos de Dios,
quien recurre a Ti descubre la belleza de la verdad
y el amor, y vuelve a encontrar el camino
que conduce a la casa del Padre.

“Llena de gracia eres” Tú, María,
quien al escoger con tu “Sí”
los proyectos del Creador,
nos abriste el camino de la salvación.

Enséñanos a pronunciar también nuestro
“Sí” a la voluntad del Señor.
Un “Sí” que se una a tu “Sí”,
sin reservas y sin sombras, del que ha querido
tener necesidad el Padre para
generar al hombre nuevo, Cristo,
único salvador del mundo y de la historia.

Danos la valentía para decir “no”
a los engaños del poder, del dinero, del placer;
a las ganancias deshonestas, a la corrupción,
y a la hipocresía, al egoísmo y a la violencia.
“No” al maligno,
príncipe mentiroso de este mundo.

“Si” a Cristo
que destruye la potencia del mal
con la omnipotencia del amor.

Nosotros sabemos que sólo los corazones
convertidos al amor, que es Dios,
pueden construir un futuro mejor para todos.

“¡Llena de gracia eres Tú, María!
Tu nombre es, para todas las generaciones,
prenda de esperanza segura.

Si, porque, como escribe Dante,
para nosotros los mortales,
Tú “eres fuente viva de la esperanza”.

Volvemos a recurrir a esta fuente,
al manantial de tu Corazón Inmaculado,
como peregrinos confiados
para sacar fe y consuelo,
alegría y amor
seguridad y paz.

Muéstrate Madre providente y misericordiosa
hacia el mundo entero
para que, respetando la dignidad humana y
rechazando toda forma de violencia y de explotación,
se sienten bases firmes para la civilización del amor.

Muestra que eres Madre, especialmente
de los más necesitados: de los indefensos,
de los marginados y excluidos,
de las víctimas de una sociedad que con frecuencia
sacrifica al hombre por otros fines e intereses.

¡Muestra que eres Madre de todos,
María y danos a Cristo, esperanza del mundo!

Muestra que eres Madre,
Virgen Inmaculada, ¡Llena de gracia!
Amén.



PAPA
BENEDICTO XVI, Roma 8 – XI - 06