Orden de la Purísima Concepción
CINCO SIGLOS EN REGLA
La Regla
concepcionista, nos señala la experiencia privilegiada de santa Beatriz de
Silva, el camino de seguimiento a Cristo y a María Inmaculada por el cual el
Espíritu Santo la guio, y expresa oficialmente en la Iglesia la existencia de
la OIC, su carácter, su identidad, su misión. En un lejano 1511 la autoridad de
la Iglesia vio en ella la expresión escrita de un nuevo carisma en su seno. Al
aprobarla reconoció ese carisma como un regalo que Dios hacía a su Iglesia y
con ella a todos.
_____________
Beatriz
descubrió, a través de María, el valor de la consagración total a Dios. Se
reservó en exclusivo para Él y decidió vivir en ocultamiento voluntario, para
dar respuesta a una llamada conscientemente aceptada y que le permitía vivir,
en María Inmaculada, la revelación de quién es Dios y cómo actúa en la historia
concreta de la humanidad, en y desde lo pobre y humilde de la tierra.
Permaneciendo atenta en la escucha de la Palabra, dejándose trasformar por
ella, como María, entendió que esto lo tenía que desarrollar en clave de Fiat,
del ‘Hágase en mí’; actitud que adoptó desde la búsqueda de la voluntad de Dios
como tarea, adentrándose en la espiritualidad del abandono, la escucha y la
confianza. Esta inspiración, fue trasvasada por Beatriz a sus compañeras que,
junto con ella, iban configurando la forma de vida que fuese cimiento para las
normas canónicas en que la Iglesia la asentase la Orden de la Inmaculada
Concepción.
Ministro general OFM