lunes, 23 de marzo de 2009

ME AMÓ Y SE ENTREGÓ POR MI

LA EUCARISTÍA
SACRAMENTO DE AMOR




“UN MANDAMIENTO NUEVO OS DOY
QUE OS AMEIS UNOS A OTROS”


¿Cómo es nuestro amor a Dios y a los hermanos?
¿Qué es amar con madurez?

El amor es algo más que una emoción y un sentimiento.
Amar con madurez es, amar con gusto o sin gusto, con atracción o sin ella.
Aquí es donde se puede fallar sino se ama con afectividad madura entonces cuando se pierde el gusto, pues se acabó el amor.
Sentir no es suficiente para amar es necesario darse motivos para amar, unidos la cabeza y el corazón y conocerse a sí mismo.
El que ama, genera paz.
El amor inmaduro crea conflicto, el amor es tolerar.
Cuando se busca más ser amado que amar, es infantilismo.
Si el amor es cuando me “conviene” el día que la salud no esté… el día que haya penas ¡se acabó, se acabó!
El amor es DAR-SE, gratuidad, entrega, valoración de la dignidad del otro… porque lo valoro.
Es un compromiso de exigencia y donación.
Al otro hay que amarle por lo que Dios le ama.
Dios ama hasta dar la vida en la Cruz.

¿Queréis saber si amáis a una persona?

No os fijéis y preocupéis si siento mucho cariño, si tengo una gran atracción, eso es poca cosa.
¿Cuánto me exijo por él o ella, a que estoy dispuesta? Todo eso sin pedir, ¡sin pedir! Porque si empiezo a pedir… tienes que hacer lo que haga falta, “queriendo tú”.
La exigencia mía por el otro es sin condiciones.
El amor de ayuda nunca se puede fundamentar en que siento, cariño, atracción y si no siento ¿qué?
El amor es como el del Buen Samaritano ayudar al que lo necesita y alegrarse con el que goza.
Es gozarse y está lejos todo tipo de envidia, de insensibilidad, de indiferencia.
No podemos ser dueños de nadie, lo primero que me va exigir el amor es el respeto.
Si me compadezco, me solidarizo.
Me pongo a su disposición, habitualmente, entonces lo convierto en estado de vida.
Entonces cumplimos el mandato del Señor:

JESÚS NOS DIO EJEMPLO,

NOS AMÓ HASTA EL EXTREMO.