viernes, 24 de junio de 2011

CORPUS CHRISTI


Cantemos al Amor de los amores cantemos al Señor, Dios está aquí, ¡venid adoradores, adoremos, a Cristo Redentor! ¡Gloria a Cristo Jesús, cielos y tierra, bendecid al Señor honor y gloria a ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti Dios del Amor!
VISITA A JESÚS EN EL SAGRARIO
Tengo sed
Si sabemos con certeza que Jesús está en la Eucaristía de forma real con su Cuerpo, Sangre Alma y Divinidad, creemos que el poder dialogar con Él debe ser una fuente de santidad, la mayor y mejor
fuente de santidad. Dios nos quiere con amor y misericordia infinitos y no

puede dejar de amarnos. Nosotros, desde nuestra miseria, como pecadores que

somos, sólo podemos acogernos a su Infinita Misericordia y con plena confianza solicitar
su perdón y sobre todo su Amor. Sabemos que Dios habla en el silencio y nada mejor que vernos frente al Santísimo Sacramento. La Beata Teresa de Calcuta decía:”En el silencio de nuestros corazones, Dios habla de SU AMOR; con nuestro silencio, permitimos que Jesús nos ame”. ¿Quieres conocer, amar y
servir a Jesús? “Búscalo en el Sagrario. Fija tus ojos en Él, que es la

Luz. Acerca tu corazón a Su Divino Corazón y pídele la gracia de

conocerle”. Y como dice la canción: “Es imposible conocerte y no

amarte; es imposible amarte y no seguirte… Me has seducido, Señor… ¿Por qué

me has llamado…?” ¿Por qué te has fijado en mí…? ¿Qué quieres que haga

por Tí…? ¿Qué menos que una visita de hijo pródigo a Padre de Misericordia,

realmente presente en la Eucaristía, para amarle?
Cuando vengas no te olvides de la
Virgen. Ven con Ella. Recuerda que es la Medianera de
todas “Las Gracias”. Ella es la única mujer tan
inmaculada, tan llena de gracia desde el primer instante de su concepción.

sábado, 18 de junio de 2011

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

 

ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas.
Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo.
Tú eres rey omnipotente, tú eres Padre santo, Rey del cielo y de la tierra.
Tú eres trino y uno, Señor Dios, todo bien.
Tú eres el bien, todo bien, sumo bien, Señor Dios, vivo y verdadero.
Tú eres caridad y amor, tú eres sabiduría.
Tú eres humildad, tú eres paciencia, tú eres seguridad.
Tú eres quietud, tú eres gozo y alegría.
Tú eres justicia y templanza.
Tú eres todas nuestras riquezas a satisfacción.
Tú eres hermosura, tú eres mansedumbre.
Tú eres protector, tú eres custodio y defensor.
Tú eres fortaleza, tú eres refrigerio.
Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra.
Tú eres la gran dulzura nuestra.
Tú eres la vida eterna nuestra, grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso salvador.

sábado, 11 de junio de 2011

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTES


Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.

Secuencia de Pentecostés