El
Dulcísimo Nombre de Jesús.
3 de
enero
La Iglesia ha dispuesto se celebre esta
fiesta al día siguiente de la octava de la Epifanía, a fin de honrar por modo
especial el nombre de Jesús, que es. Nombre verdaderamente divino, que sólo
Dios pudo imponer al Salvador del mundo. Nombre venerable, que hace doblar la
rodilla a todas las grandezas de la tierra. Nombre sacrosanto, que pone en fuga
a los espíritus diabólicos. Nombre omnipotente, en cuya virtud se han obrado
los mayores milagros. Nombre salutífero, de quien reciben en cierto modo toda
su eficacia los Sacramentos de la Nueva Ley. Nombre propicio, pues todo lo
puede con Dios, y por respeto al nombre Jesús oye benigno nuestras oraciones.
Nombre glorioso, extendido por el celo de los apóstoles a todos los gentiles y
a todos !os reyes de la tierra. Nombre augusto, por cuya confesión los santos
mártires se gloriaron en sufrir cruelísimos tormentos. Nombre, en fin,
incomparable, pues no hay otro debajo, del Cielo en cuya virtud podamos ser
salvos. Alabémosle, pues, y bendigámosle en todo tiempo.