Día 4 de octubre
Alabado sea el Señor
Te alabo, Señor, por tantas maravillas que me
hablan de ti.
Te alabo Señor, por tantas alegrías que me has hecho sentir.
Te alabo, Señor, por este amanecer que me ha
llenado de paz.
Te alabo, Señor, a ti descubro mi libertad.
Me has dado Señor, el don de tu llamada que me
invita a seguir.
Me has dado, Señor, tu gracia que me inunda y
que me empuja a seguir.
Me has dado, Señor, hermanos que trabajan y
abren su corazón.
Me has dado, Señor, un ser irrepetible, mi yo.
Me pides, Señor, que forje con mis manos un
presente feliz.
Me pides, Señor, que viva mi respuesta
pronunciando un sí.
Me pides, Señor, mirar hacia delante confiando
en tu amor.
Aquí estoy Señor, dispón y haz lo que quieras de
mí.
Te ofrezco, Señor, las fuerzas que me has dado y
la ilusión por vivir.
Te ofrezco, Señor, los triunfos y fracasos, el
gozar y el sufrir.
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Aquí estoy, Señor, dispón y haz lo que quieras
de mí.
San Francisco
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